Esta web utiliza cookies propias y de terceros para recopilar información que ayuda a optimizar la visita, aunque en ningún caso se utilizan para recoger información de carácter personal.

Política de cookies

Educación ambiental

Educación ambiental. Vivero Provincial

La Diputación Provincial de Málaga, y concretamente el Área de Medio Ambiente y Promoción del Territorio, pretenden, con plantas del Vivero Provincial como principal protagonista, restaurar ambientalmente espacios degradados de sus municipios o con riesgo elevado de erosión. Estas recuperaciones se plantean, además, como iniciativas de sensibilización ambiental, pues se desarrollarán mediante reforestaciones participativas.

La situación actual de estas áreas se debe, en la mayoría de los casos, a impactos o conductas insostenibles debidas a la actividad humana que causan perjuicios paisajísticos y daños sobre la calidad del medio ambiente que nos rodea y nuestras condiciones de vida; además de acarrear la pérdida de una serie de funciones naturales que, normalmente, no son valoradas de una forma adecuada.

La necesidad de cambiar esta tendencia degradante es evidente y para llegar a modificar conductas se deben remover conciencias. Para ello, desde la Diputación ponemos a disposición de los municipios que lo soliciten plantas y herramientas de capacitación para los técnicos municipales encargados de diseñar y organizar las actividades de reforestación participativas. De esta forma, no sólo se obtendrán beneficios ambientales sino también importantes provechos educativos, transmitiendo a la población participante actitudes de respeto, cuidado y disfrute del medio natural.

El cambio climático como problema socio-ambiental de gran magnitud, demanda una actitud de corresponsabilidad y compromiso por parte de todos los sectores sociales. Esto implica una labor de comunicación y educación ambiental que involucre activamente a las personas en la búsqueda de respuestas y soluciones al problema.

El sistema educativo tiene mucho que decir en esta labor. Los centros educativos pueden poner en marcha acciones encaminadas al ahorro energético para reducir sus emisiones de CO2, y al mismo tiempo, pueden desarrollar una importante tarea de sensibilización, concienciación e influencia en su entorno cercano.