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¿En qué perjudica la reducción de esparcimiento de semillas de aves y mamíferos?

16 FEB 2022
¿En qué perjudica la reducción de esparcimiento de semillas de aves y mamíferos?

Cerca de la mitad de las especies vegetales del mundo dependen de que haya unos animales concretos que puedan dispersar sus semillas

Un artículo publicado en la revista ‘Science’ pone de relieve la delicada situación que atraviesa la flora mundial debido al deterioro de sus relaciones con el resto de animales. Cerca de la mitad de las especies vegetales del mundo dependen de que haya unos animales concretos que puedan dispersar sus semillas. En esta relación mutualista, conocida como zoocoria, ganan ambos, pues los animales reciben una recompensa nutritiva en forma de fruto y las semillas de la planta son trasladadas hasta otro lugar, de tal manera que puedan seguir vivas y ser competitivas.

Las aves y mamíferos han sido los encargados de esta función. Pero han perdido la capacidad de esparcir las semillas a largas distancias. Los animales de hoy realizan esta función biológica con un 60% menos de intensidad que antaño. Las razones son diversas y van desde la desaparición de ecosistemas, hasta su fragmentación o incluso los impactos derivados del cambio climático.

Pero es que el esparcimiento de las semillas por parte de las aves y mamíferos es más importante de lo que pensamos. De otro modo, los frutos, y por tanto las semillas, siempre caerán bajo la propia planta que los genera. “Es la única forma de que las semillas se expandan más allá de su sombra natural”, resalta el biólogo y director del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Manuel Nogales.

Causas derivadas del hombre

El estudio, recogido por La Opinión de Málaga, señala que la desconexión de los hábitats, inducida principalmente por la antropización del medio o los cambios en los ciclos migratorios de algunas aves como consecuencia del cambio climático, está provocando que esta tarea esencial dentro de los ecosistemas esté cada vez más mermada. “Ya no se puede volar de un sitio a otro como se hacía antaño”, recalca el ecólogo del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Alfredo Valido.

Esto genera que el “servicio ecosistémico” se frene en seco. Según el estudio -que se ha centrado solo en las especies de planta de fruto carnoso y los animales frugívoros que la diseminan- la pérdida de biodiversidad de aves y mamíferos ha provocado una disminución del 60% en la propagación de semillas a escala mundial.
“Esto tiene connotaciones muy preocupantes, porque los ecosistemas están cerca del colapso”, destaca Manuel Nogales. En este análisis coincide Valido, quien insiste en que todo el proceso que han descrito los investigadores internacionales “es lo que ocurre antes de que la especie se extinga”.

El caso de Doñana

El estudio de un equipo de investigación de la Estación Biológica de Doñana ha hallado una reducción significativa de las aves frugívoras en el área de Doñana en los últimos 40 años, lo que ha conllevado a una “disrupción de la dispersión de semillas”, como explican sus investigadores.

El cambio climático no hace más que agravar esta situación. Si estas especies vegetales no pueden sobrellevar los cambios de temperatura en el lugar en el que se encuentran, la biodiversidad de las plantas también disminuirá. Esta pérdida de flora afectará a la humanidad de muchas maneras. Por un lado, incrementará el deterioro del suelo, lo que conlleva que se acelere el cambio climático y la aparición de nuevas enfermedades emergentes. Por otro, la pérdida de especies puede derivar en que se pierdan recursos tan importantes para la humanidad como los ingredientes primarios de algunos fármacos.

El estudio publicado en ‘Science’ pone de relieve, por su parte, la necesidad de restaurar las faunas para garantizar una difusión eficaz ante el rápido avance del cambio climático. Para los investigadores aún hay tiempo de frenar este daño que están sufriendo los ecosistemas. A escala mundial la solución es única: que los países se pongan de acuerdo en frenar las emisiones de CO2. A nivel local, los gobiernos deben apostar por modernizar las acciones de conservación, para así proteger también esas interacciones y el servicio ecosistémico.

Artículos de referencia:
- https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/oik.08387?af=R
- https://www.science.org/doi/10.1126/science.abk3510

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